jueves, 29 de septiembre de 2011

Aprender a decir NO a los peques para que lo entiendan


Buenos días!
 
Parece que ya ha llegado el otoño, y la verdad es que por mi parte es de agradecer que hoy haya salido un día nublado, porque tanto calor ya me agota…
 
Hoy vamos a hablar de cómo hacer ver a nuestros peques que hay cosas que no pueden hacer, como por ejemplo tocar todos los cables que encuentran en su camino, meter los dedos en el enchufe, ponerse de pie en la bañera…( podría poneros miles de ejemplos con los que me enfrento a diario con los mellizos) y eso que la gente cuando los ve lo primero que dice es “ que buenos son”.
 
Ayer leyendo un articulo en
www.serpadres.es pense que seria buena idea compartirlo con vosotras y así entre todas ver como les decimos no y que consecuencias tiene. Os dejo primero con el articulo:
“Aunque todavía son muy pequeñitos, los niños de 12 a 24 meses ya tienen la capacidad suficiente para entender el «no». El problema es que se trata de una palabra que escuchan con tanta frecuencia, que hay que dejarles claro cuándo la decimos en serio.
No es lo mismo un «no» claro, conciso, concreto y dirigido exclusivamente a ellos, que un «no me pongas nerviosa jugando con las llaves».

Estrategias para que entienda lo que significa NOCada vez que el niño quiera alcanzar, morder o jugar con un objeto inapropiado, hay que decirle que no sin alterarnos, muy despacio y mirándole a los ojos, (incluso habrá que agacharse para ponerse a su nivel).
Además, hay que usar frases muy sencillas del tipo «no, las llaves a la boca, no», y acompañarlas de gestos que puedan entender (en este caso, retirárselas con un movimiento suave).
Esta fórmula, a primera vista muy sencilla, es suficiente. Pero habrá que repetirla las veces que sea necesario. Porque, después de todo, lo que estamos haciendo es educarle. Y eso requiere observarle continua y constantemente.Poner límites es fundamental
Conseguir que obedezcan al «no debería ser una de las prioridades de los padres cuando sus hijos llegan al año.
Y es que los límites son imprescindibles para que el niño se sienta seguro y tranquilo. Con ellos sabrá qué puede hacer y qué no.
Y no solo eso, las normas le hacen estar seguro y ganar autonomía poco a poco.
Todos debemos tener los mismos criterios educativos
Una de las tareas más difíciles es mantener los mismos criterios. O, dicho de otro modo, que todos los que cuidamos al niño digamos «no» a las mismas cosas.
Es fundamental ponerse de acuerdo para que los niños puedan asimilar límites(no coger, morder, tocar determinadas cosas), las rutinas (la hora de las comidas, el baño, la cama) y las normas (no salir a la calle sin abrigo, ver la tele solo media hora, pintar únicamente en folios).
De lo contrario, el niño se sentirá desorientado y... ¡enfadado!
Igual de importante es no contradecirse uno mismo
. Mantener sus rutinas es fundamental para que empiece a asimilar las normas. Y aunque al principio cueste, poco a poco veremos que el trabajo ha merecido la pena.

Mejor un premio que un castigo
La idea es felicitarle cuando cumple las normas
. Eso no significa que no haya que corregirle.
Debemos hacerlo de forma calmada pero firme, sin dudas
. Así, si Juan coge el muñeco preferido de su hermano y lo tira al suelo una y otra vez, a la tercera vez se lo quitaremos de las manos y le explicaremos de nuevo que eso no se hace.

Autor:
Lola Teixido.
Asesor:Luis Miguel Lebrusán, psicólogo experto en psicología infantil y adolescente del centro de Psicología Aplicada Aprende Más”

Bueno, leyendo este articulo parece bastante sencillo, pero a la hora de la verdad he de deciros que en mi caso, por ejemplo, no es tan sencillo. Cuando empecé a decirles no, los pobres no entendían nada y por supuesto no me hacían ningún caso. Ahora poco a poco cuando oyen un no se paran y me miran y a lo mejor me hacen caso en ese instante pero cuando me giro ya están haciéndolo otra vez.

Alejandra es de lo mas graciosa en este sentido, cuando ve que la estas riñendo, para lo que esta haciendo inmediatamente, y se sienta en el suelo o donde este y se pone a aplaudir, como diciendo ya esta mami, no me riñas.

Chema, sin embargo, hace lo que quiere, en el momento, cuando le digo que no, se para, me mira y se sienta o deja de hacerlo, pero en cuanto me doy la vuelta ya ha vuelto el a las andadas.

Tendremos que tener paciencia y pensar que al final entenderán lo que quiere decir no, mas que nada por su bien.

Hasta aquí la entrada de hoy! Espero vuestros comentarios!

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